A veces te ves obligado a parar, mirar, respirar, observar.
Quizá lo mejor sería que no te vieras obligado a ello y simplemente hacerlo por voluntad propia.
Tenerlo como hábito para coger consciencia, estar más despiertos, cuestionarnos cosas, agradecer, darnos cuenta de lo que queremos cambiar y focalizarnos en lo que nos gusta para que se expanda.
Grabé esta sesión de Kizomba relax, para realizar meditación, relajarte o para dormir, aunque la puedes usar para lo que quieras.
Estoy acostumbrado a pinchar con gente en una sala o congreso, leer al público que tengo en ese momento y hacer una adaptación entre lo que me gusta y lo que a ellos les puede gustar justo en ese momento de la noche.
Ahora mismo es de noche, tengo unas velas a cada lado y una lámpara de sal que me da una luz cálida, estoy solo pero hice un ejercicio para intentar visualizarte.
Te imagino sentado en tu terraza con los cascos puestos, respirando o haciendo una pausa para meditar o en la cama a punto de dormir empezando a relajarte.
Quizá nuestro cuerpo físico tiene unas limitaciones de estar en lugar, pero el poder de la mente puede trasladarte con quien quieras donde quieras. ¡¡A si que trasládate donde quieras mientras la escuches!!
UN ABRAZO GRANDE
Deja una respuesta